Las señales de tráfico a conocer en bicicleta – Guía de Bicicleta: Todo sobre señales de prioridad
La circulación en bicicleta ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, especialmente en entornos urbanos donde la movilidad sostenible cobra cada vez más protagonismo. Conocer las señales de tráfico específicas para ciclistas no solo es una recomendación, sino una obligación legal que garantiza la convivencia segura con el resto de usuarios de la vía. El Reglamento General de Circulación establece que la bicicleta es considerada un vehículo y, por tanto, sus conductores deben respetar la normativa vigente en materia de señalización y prioridad. Este conocimiento resulta fundamental para evitar sanciones y, sobre todo, para prevenir accidentes que pueden resultar graves debido a la vulnerabilidad de los ciclistas frente a otros vehículos motorizados.
Señales de prioridad fundamentales para ciclistas
Uno de los aspectos más importantes al circular en bicicleta es comprender las normas de prioridad en distintos escenarios viales. Estas señales determinan quién debe ceder el paso en situaciones concretas y su desconocimiento puede generar situaciones de riesgo tanto para el ciclista como para otros usuarios de la vía. La normativa ciclismo España establece criterios claros que todo conductor de bicicleta debe interiorizar antes de salir a la carretera o a las vías urbanas.
Ceda el paso y stop: diferencias clave al circular en bicicleta
Las señales de ceda el paso y stop son dos de las más comunes en cualquier entorno de circulación y tienen una aplicación directa sobre los ciclistas. La señal de ceda el paso obliga al conductor de la bicicleta a moderar su velocidad y estar preparado para detenerse si otros vehículos o peatones tienen preferencia en ese punto. A diferencia del stop, no es necesario detenerse completamente si la vía está despejada, pero se debe garantizar que no se interfiere en la trayectoria de quienes tienen prioridad. Por su parte, la señal de stop exige una parada total del vehículo antes de la línea señalizada o, en su defecto, antes de incorporarse a la intersección. Esta diferencia es clave para evitar infracciones y situaciones peligrosas. Muchos ciclistas cometen el error de considerar que estas señales no les aplican con la misma rigurosidad que a los vehículos motorizados, pero el Reglamento es claro: todos los usuarios deben respetarlas por igual. Además, es importante recordar que en ausencia de señalización vertical, la prioridad se establece por normas generales como la preferencia de paso a la derecha en intersecciones sin señalizar.
Prioridad en intersecciones y rotondas para usuarios de bicicleta
Las intersecciones y rotondas son puntos críticos donde confluyen distintos tipos de tráfico, y donde las señales de tráfico ciclistas adquieren especial relevancia. En intersecciones sin semáforos ni señales de prioridad, rige la norma general de ceder el paso a quien viene por la derecha, salvo que se circule por un carril bici debidamente señalizado, en cuyo caso el ciclista puede tener preferencia si así lo indica la señalización horizontal o vertical. En las rotondas, los ciclistas deben circular con precaución y señalizar sus maniobras con antelación, cediendo el paso a los vehículos que ya se encuentran dentro del anillo giratorio. Es fundamental mantener la posición en el carril correspondiente y evitar cambios bruscos de dirección. Cuando existan pasos para ciclistas debidamente señalizados en las rotondas o intersecciones, los conductores de bicicleta tendrán prioridad sobre los vehículos que pretendan girar o cambiar de dirección. Este reconocimiento de prioridad paso ciclistas es reciente en muchas normativas municipales y contribuye significativamente a mejorar la seguridad vial ciclistas en entornos urbanos. No obstante, la prudencia debe primar siempre, ya que no todos los conductores conocen o respetan estas normas de forma adecuada.
Señales de prohibición y restricción que afectan a los ciclistas
La señalización de prohibición indica espacios o maniobras que no están permitidas para determinados tipos de vehículos, incluidas las bicicletas. Conocer estas restricciones es vital para evitar sanciones económicas y, más importante aún, para circular de forma segura respetando las limitaciones establecidas por las autoridades competentes.
Zonas prohibidas y limitaciones de circulación en bicicleta
La señal de prohibido circulación bicicletas es una de las más evidentes, ya que impide el paso de ciclistas por determinadas vías o tramos donde su presencia podría suponer un peligro para ellos mismos o para otros usuarios. Esta señalización suele encontrarse en túneles, autopistas y autovías donde la velocidad de circulación es elevada y no existen infraestructuras adecuadas como arcenes o carriles específicos. El Reglamento General de Circulación establece que las autopistas están prohibidas para bicicletas, mientras que en las autovías solo pueden circular mayores de catorce años y únicamente por el arcén derecho, siempre que no exista prohibición expresa mediante señalización. Es importante destacar que la circulación por aceras y zonas peatonales también está restringida salvo que exista una señalización que permita expresamente la senda ciclable compartida con peatones. En estos casos, los ciclistas deben moderar su velocidad y dar prioridad absoluta a los peatones. El incumplimiento de estas normas puede acarrear multas de hasta doscientos euros, además de poner en riesgo la integridad física del propio ciclista y de terceros.
Señales de velocidad máxima y su aplicación para bicicletas
Aunque las bicicletas convencionales raramente alcanzan velocidades elevadas, las bicicletas eléctricas y los ciclistas con buen nivel físico pueden superar límites que, en determinadas circunstancias, requieren moderación. Las señales de velocidad máxima aplican también a los ciclistas cuando circulan por vías compartidas con otros vehículos o en carriles bici donde se establecen límites específicos. En sendas ciclables compartidas con peatones, por ejemplo, la velocidad debe adaptarse siempre a la presencia de personas a pie, independientemente de que exista o no una señal específica. Del mismo modo, en tramos donde se indica una velocidad máxima reducida por motivos de seguridad, los ciclistas deben ajustarse a esa limitación. La responsabilidad del ciclista no se limita a respetar las señales visibles, sino a adaptar su velocidad a las condiciones del terreno, la visibilidad, el estado de la vía y la densidad del tráfico. La falta de señalización específica no exime de la obligación de circular de forma prudente y responsable, especialmente en entornos urbanos donde la interacción con peatones y vehículos motorizados es constante.
Señales de obligación y recomendación para circular de forma segura

Las señales de obligación indican al ciclista que debe seguir una conducta determinada, ya sea utilizar una infraestructura específica o adoptar una dirección concreta. Su incumplimiento constituye una infracción sancionable y puede generar conflictos de circulación con otros usuarios.
Carriles bici obligatorios y señalización específica
La señal de camino reservado ciclistas obliga a los ciclistas a circular por el carril bici o la vía específicamente habilitada para ellos. Esta señal es de cumplimiento obligatorio y su infracción puede acarrear sanciones económicas. Cuando existe un carril bici adosado a la calzada, debidamente señalizado mediante marcas viales y señalización vertical, los ciclistas deben utilizarlo de forma prioritaria, dejando el resto de la calzada para otros vehículos. La marca vial carril bici suele consistir en una línea continua o discontinua acompañada del pictograma de una bicicleta, que delimita claramente el espacio reservado. Estos carriles pueden ser unidireccionales o bidireccionales, y es fundamental respetar el sentido de circulación indicado mediante flechas. En el caso de la senda ciclable, que es una vía compartida con peatones, el ciclista debe moderar la velocidad y dar prioridad a las personas que caminan, adaptando su conducción a las circunstancias del tránsito peatonal. La existencia de estas infraestructuras no solo mejora la seguridad vial ciclistas, sino que fomenta el uso de la bicicleta como medio de transporte habitual al ofrecer espacios seguros y claramente delimitados.
Indicaciones de dirección y sentidos permitidos en bicicleta
Las señales de dirección obligatoria y los sentidos permitidos son especialmente relevantes en entornos urbanos donde las intersecciones y cruces pueden resultar complejos. Los ciclistas deben respetar las indicaciones de giro obligatorio, sentido único y prohibiciones de giro, al igual que cualquier otro vehículo. Cuando se circula por un carril bici con indicaciones direccionales, es imprescindible seguir las flechas que señalan los sentidos permitidos para evitar colisiones frontales con otros ciclistas. En ausencia de señalización específica para bicicletas, se aplican las normas generales de circulación, lo que implica que el ciclista debe incorporarse al carril correspondiente para realizar giros o cambios de dirección, señalizando siempre sus intenciones con antelación mediante señales manuales ciclistas. Estas señales manuales, que incluyen extender el brazo izquierdo para girar a la izquierda, el brazo derecho para girar a la derecha y el brazo en alto para indicar una parada, son de uso obligatorio para comunicar las maniobras a otros usuarios y evitar accidentes. La correcta señalización manual es especialmente importante cuando se circula en grupo, ya que permite coordinar los movimientos y aumentar la visibilidad del conjunto de ciclistas ante el resto del tráfico.
Señalización vertical y horizontal: interpretación correcta sobre dos ruedas
La señalización de tráfico no se limita a las señales verticales instaladas en postes o estructuras fijas, sino que incluye también las marcas viales que se encuentran pintadas en el pavimento. Ambas formas de señalización tienen igual validez legal y deben ser conocidas y respetadas por todos los ciclistas.
Marcas viales esenciales que todo ciclista debe identificar
Entre las marcas viales más importantes para los ciclistas se encuentran las líneas que delimitan los carriles, las zonas de prioridad y los espacios reservados. Las líneas continuas indican prohibición de cambio de carril o de adelantamiento, mientras que las discontinuas permiten estas maniobras siempre que se realicen con seguridad. En el caso específico de los carriles bici, la marca de carril bici suele estar acompañada de un pictograma de bicicleta que refuerza la identificación del espacio reservado. Las líneas de detención en semáforos y pasos de peatones deben ser respetadas escrupulosamente, deteniendo la bicicleta completamente antes de la línea y cediendo el paso a los peatones que crucen por los pasos señalizados. Las marcas de paso para ciclistas, análogas a los pasos de peatones pero específicas para bicicletas, otorgan prioridad al ciclista frente a vehículos que pretendan girar o cambiar de dirección. Estas marcas suelen consistir en líneas discontinuas paralelas acompañadas del símbolo de bicicleta y están pensadas para facilitar cruces seguros en intersecciones. Su respeto por parte de los conductores de vehículos motorizados es fundamental para garantizar la seguridad de los ciclistas, aunque lamentablemente no siempre se cumple adecuadamente.
Señales informativas y de orientación en rutas ciclistas
Las señales informativas tienen como objetivo facilitar la navegación y orientación de los ciclistas en rutas específicas, proporcionando información sobre distancias, direcciones, servicios disponibles y puntos de interés. La señal peligro ciclistas advierte a los conductores de vehículos motorizados sobre la presencia frecuente de ciclistas en un tramo determinado, recordándoles la obligación de mantener una distancia lateral mínima de adelantamiento ciclistas 1.5 metros al realizar adelantamientos. Esta señal es especialmente común en vías interurbanas y zonas donde confluyen rutas ciclistas populares. Otras señales informativas indican la existencia de talleres de reparación, áreas de descanso, fuentes de agua o puntos de recarga para bicicletas eléctricas, facilitando la planificación de rutas largas y mejorando la experiencia del ciclista. En rutas ciclistas señalizadas, las indicaciones de kilometraje y destino ayudan a los usuarios a orientarse y calcular tiempos de recorrido. Estas señales, aunque no tienen carácter obligatorio, son de gran utilidad para mejorar la seguridad y comodidad de los desplazamientos en bicicleta, especialmente en entornos rurales o de montaña donde las referencias visuales pueden ser escasas. El desarrollo de infraestructuras ciclistas adecuadas, acompañadas de una señalización clara y coherente, es uno de los pilares fundamentales para promover la movilidad sostenible y garantizar que el uso de la bicicleta sea accesible, seguro y atractivo para todos los ciudadanos.